El Papanicolaou o “Pap” (nombrado así por el médico que lo desarrolló y su esposa, Georgios y Andromachi Papanicolaou) detecta células anormales en el cuello del útero que indican que se puede estar desarrollando una lesión que pueda conducir a un cáncer. Ocasionalmente, se pueden detectar también cánceres. La recomendación actual del Ministerio de Salud y de la mayoría de las sociedades científicas internacionales, entre ellas la Asociación Americana del Cáncer, es realizarlo a partir de los 25 años, una vez que se haya iniciado la actividad sexual. El Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, sugieren realizarlo desde los 21, siempre que ya se haya tenido algún tipo de contacto sexual. En algunos casos la indicación es partir antes de la edad señalada, como por ejemplo en situaciones de alteración crónica de la inmunidad, por lo que es imprescindible discutir la situación particular con el/la tratante.

A partir de los 30 años, se recomienda (cuando sea posible) complementar este examen con una PCR de virus papiloma humano (VPH), para poder interpretar mejor ambos exámenes en conjunto. Previo a esta edad la eliminación del VPH es muy alta y no cambia la conducta frente a un Papanicolaou alterado, por lo que no se recomienda hacer esta PCR en forma rutinaria.